De niña, crecí peinando a mis barbies, una y otra vez, todas con trenza, moños… cada semana acompañaba a mi abuela a la peluquería, para observar, aprender…

Con tan solo 11 años, pasaba las mañanas de los veranos, en la peluquería de una amiga de mi abuela para ver y aprender, recuerdo que me encantaba, me relajaba ver a esa mujer poner los rulos, los bigudies. y a veces hasta me dejaba lavar la cabeza a alguna señora.

En mi adolescencia, ya me lancé a comprar mis primeros maquillajes, paletas de sombras y pinceles, recuerdo que me encerraba horas en mi cuarto con un espejo y ponía en práctica todos los maquillajes que veía en las revistas.

Antes de empezar a estudiar estética, ya cortaba y coloreaba el pelo a los de casa y a las amigas.

En esos 2 años estudiando la profesión de esteticista, la asignatura que más me gustaba era la de maquillaje profesional y la de higiene facial, el estudio de la piel. Y es que estos dos aspectos, resultan estar muy unidos, ya que no hay maquillaje perfecto, sin una piel bien cuidada por debajo.

Por eso la importancia del cuidado de la piel para obtener un buen resultado del maquillaje.

En estos 2 años, realicé prácticas como esteticista y por las tardes iba a mi peluquería habitual a mirar y aprender.

Al acabar el curso de estética, seguí estudiando peluquería y es en el primer año donde empecé a trabajar como peluquera en un salón muy grande de San Sebastián.

Mi sueño, siempre había sido montar mi propio salón de peluquería y estética.

Es en 2011 cuando emprendo en un local pequeñito del barrio de gros y es por fin en 2020 cuando tengo mi propio salón en el centro de San Sebastián.

Así, como siempre lo había soñado. cálido, acogedor, con buen ambiente, un lugar tranquilo, donde venir a relajarte, desconectar o incluso trabajar mientras cuidamos de tu imagen.

Hoy, puedo decir, que cada día me apasiona más lo que hago, y por ello me siento muy privilegiada.

Sigo teniendo muchas ganas de aprender, de mejorar las técnicas, de investigar, de crear mis propias formulas y de ofreceros lo mejor de mi.

Te invito a conocer el atelier cuando lo desees.